Me he dado cuenta de que este mes se lleva mucho la novela negra: dos de Arnaldur Indridason que son La mujer de verde y La voz. Los que van a morir te saludan de Fred Vargas -de esta autora he oído maravillas- y El color del sol de Andrea Camilleri. Todas ellas con sus asesinatos, más o menos sangrientos y miserables dependiendo del estilo del autor, su misterio y su suspense, su investigador, de naturaleza atormentada por algún episodio más o menos reciente de su pasado y, esperemos, que con su culpable atrapado y habiendo recibido su merecido.
Hay otros que recomendaría a mi madre como Criadas y señoras y El país de las mariposas, historias azucaradas hasta rozar la diabetes, con personajes mayormente femeninos y a ser posible de "época", son muy de su estilo. Y seguro que le gustan Venganza en Sevilla de Matilde Asensi y Dime quién soy de Julia Navarro. A mí personalmente, estos candidatos a best seller me dan un poco de "mal rollo", es una sensación como de que antes o después, este tipo de autores se relajan y sus novelas se vuelven más flojas, o hablan más de lo mismo, o carecen de la originalidad de sus primeras obras. No os parece que la gente las lee de manera compulsiva?
Continuará...
La Gaviota de Fernán Caballero
Hace 23 horas
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