
Tampoco quiero que penséis que lo único que me importa de sus novelas son los pasajes subidos de tono, pero cuando una lee a Sherrylin, lo hace con la certeza de que encontrará ciertas cosas -a ver, es un tipo de literatura muy concreto-. No me negaréis que con este título no era para esperar algo más.
En líneas generales, recomendaría su lectura siempre que tengáis en cuenta lo que ya os he dicho. Sí me gusta todo ese rollo paranormal que rodea la historia -y que se repite en los Cazadores Oscuros- y esos toques de mitología clásica por no hablar de los repetidos cameos de los dioses griegos que a todos nos resultan familiares.
Sólo una cosa más y que muero si no lo digo. No es por menospreciar a Julian pero el que fuera su compañero de batallas allá por el siglo II a.C., Kirian de Tracia, es mucho más carismático, quizá por ser el primero en aparecer en la serie Cazadores Oscuros. Pero si me tengo que quedar con alguno, no tengo ninguna duda y elijo a Talon. No os hablo del aspecto físico, cuando has leído más de dos, ya queda claro que son más que apetecibles, todos superatractivos, superaltos, suopersexys y todos los demás super que queráis y que podáis imaginar. Talon es distinto, tiene un humor tan ácido y tan negro que resulta entrañable, es supergracioso pero además es irónico y sarcástico. No me he reído tanto con ninguno de sus otros compañeros de "profesión". Si ha esto le unes las excentricidades de su pareja de aventuras, Sunshine, el resultado son diálogos bastante divertidos y sugerentes. Pero bueno los Cazadores son un tema aparte del que ya os hablaré en otra ocasión. Por si os interesa, Kirian aparece en Los placeres de la noche y Talon en El abrazo de la noche, quizá queráis sacar vuestras propias conclusiones.
Un saludo, Lola.
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