No sé qué título debería llevar esta entrada

Ya lo sé, ya sé que no debería, que así lo único que consigo es distraerme. Pero no puede evitarlo, cómo podría si los tengo todos a mi alcance...!
Siempre es lo mismo. Y así me pasa, que pierdo el hilo y, si pierdo el hilo, pierdo el interés. Y lo dejo a medias y luego, lo dejo definitivamente. Y resulta que...

Ay! perdón, creo que si no os habéis perdido aún, estaréis a punto. No he podido resistirme a la tentación y he empezado a leer Deseo de ser punk, lo que así dicho no tendría nada de malo, si no fuera porque ya estaba leyendo Sueño Mortal. Pero es que en ocasiones, me llama la atención cuando alguien lee todos los libros de un autor determinado y más cuando en mi lista de pendientes ya tenía El lado frío de la almohada. Éste lo acababan de devolver para llevarse La escala de los mapas y sólo necesité eso, un pequeño empujón, el resto es historia -qué fácil eres de convencer, no? Lola-.

Quizás se deba a que tanto interés me haga suponer, por alguna extraña razón, que el autor merece la pena. No sé si os he dicho que yo ya sentía cierta curiosidad por BELÉN GOPEGUI. Aunque también es verdad que he visto a gente que lee todos los libro de Ken Follett y nunca me ha dado por leer ninguno. Serán misterios de la naturaleza, no sé. Es una de esas normas que no siempre se cumple.

El caso es que aquí estoy, con 2 a la vez. Ya lo he hecho otras veces, ésta no es la primera, y nunca ha salido bien porque siempre hay uno de ellos que tardo siglos en leer o en el peor de los casos, lo dejo por imposible porque llega un momento en el que no soy capaz de centrarme en la trama y me da la sensación de que la situación no tiene ni pies ni cabeza. La única salida en estos casos es abandonar, al menos así lo he creído hasta ahora.

Bueno, esta vez voy a poner todo mi empeño y me lo tomaré como un reto personal. No pienso darme por vencida!. La verdad es que los 2 me están gustando y sería una pena. Y ya no puedo dejar uno de ellos para dedicarme al otro, ya es demasiado tarde para eso, o decir que la próxima vez no lo haré, porque de éstas ya ha habido muchas.

En fin, que ahí voy. Ánimo a mi misma, Lola.