jueves, 9 de diciembre de 2010

JULIET, DESNUDA

Vale, lo acabo de terminar y creo que ya estoy preparada para esto. De cómo llegó el libro a mis manos ya lo sabéis, de eso van los Antecedentes, así que voy directa al grano.

He de reconocer que esta novela deja un sabor agridulce, me gustó mucho por el estilo que emplea Nick Hornby, una forma cómica, irónica y burlona de ver la vida cotidiana, y por la historia en sí misma, muy original y muy ligada al arte, con mayúsculas, y lo que éste significa, pero al mismo tiempo es bastante desalentadora por la falta de esperanza que nos augura el final de la misma. Yo soy de las que suelen estar de acuerdo con todos los finales no felices como una forma realista y válida de acabar cualquier tipo de relación, pero sólo por esta vez...Tranquilos, lo entenderéis si algún día llegáis a leer esta novela.

Esperad. Me da la sensación de haber empezado por el final. No os he hablado de la trama de la novela. Está bien, la pareja protagonista está formada por Annie y Duncan, ambos ingleses, ambos de mediana edad y ambos aburridamente casados aunque no de hecho -o es de derecho? no importa, el caso es que llevan viviendo juntos quince años, eso es como estar casados, no?- y la historia comienza un verano en el que deciden, más Duncan que Annie, al menos en lo que se refiere al propósito original del viaje, pasar sus vacaciones recorriendo puntos remotos y distantes entre sí de los Estados Unidos, visitando aquellos lugares que en el pasado supusieron algo, cualquier cosa, para Tucker Crowe, el ídolo de toda la vida de Duncan, que un buen día decidió poner fin a su carrera musical y casi a su existencia -y no porque pensara en acabar con su vida si no porque desapareció literalmente del mapa por propia voluntad aunque después sepamos que, en cierto modo, si que consiguió acabar con parte de ella-. Para Annie era una forma igual de válida que cualquier otra para conocer otro país y otro continente. A Annie le gusta Tucker Crowe pero no con el mismo grado de incondicionalidad que a su pareja, creo que piensa que ambos venían en el mismo paquete.

El acontecimiento que da pie al desastre es la aparición de un CD inédito con canciones acústicas del álbum más famoso de Tucker, Juliet, y que será bautizado como Juliet, nacked-de ahí el nombre de la novela-. El problema no es el CD en sí mismo, si no las opiniones enfrentadas que despierta en cada uno de ellos y que son las que les llevan a plantearse si alguna vez tuvieron algo en común, como siempre quisieron pensar.

Todo se complica, con la aparición en escena de Tucker -el hombre y no la mítica leyenda americana-, que ya pasados los cincuenta, después de casi veinticinco años de retiro no sé si espiritual, hace recapitulación de su vida pasada y concluye que ha sido un auténtico desastre, incapaz de salvar de la quema ciertos aspectos de su vida, nunca entendió ni entenderá que unos cuantos personajes unidos gracias a Internet sigan manteniendo su persona de actualidad. No cree que sea merecedor de tal privilegio. Pero son los mismos que quizá puedan ayudarle a salir a flote. La primera afectada será Annie y después, en consecuencia Duncan. En ese momento sus vidas dan un giro de 90 grados y vuelven a girar otros 90 cuando cada uno continúa su camino.

Es difícil reflexionar sobre lo que supone para cada uno de los tres el momento en que comparten mesa. Que cada uno saque sus propias conclusiones. Para eso sí que no estoy preparada.

La novela habla de la sensación de vacío y desaliento al creer que quizá se ha malgastado la vida de uno, del y si hubiera... -sentimiento que comienza a adquirir un mayor valor cuando probablemente ya has vivido más de la mitad de la misma y es imposible que puedas volver atrás en el tiempo para ponerle remedio-. También habla de la aceptación de ese pasado y de la posibilidad de cambiar el presente, de las oportunidades que ofrece la vida para tal fin. Pero sobre esto, una pregunta se queda sin respuesta, de qué sirve darse cuenta y tener la oportunidad de cambiar lo que a uno no le gusta de su vida, si cuando te decides y lo haces, siendo ése el mejor de los casos, siempre se puede ser lo suficientemente cobarde para no hacer nada, resulta que sales peor parado? Vale, si no te decides nunca llegarás a saberlo, pero qué pasa si el precio a pagar es demasiado alto? En este sentido, creo que Nick Horby no es justo con sus personajes y por eso no me gusta su final.

Al margen de esto, una advertencia, algunas partes necesitan de una absoluta concentración por parte del lector, así que buscad el momento y el lugar adecuados. Lo mejor de la novela, y creo que una parte fundamental en las obras de este autor, son las recurrentes ambigüedades del lenguaje y sus dobles sentidos que supongo que serán mucho más significativos en el idioma original y con las que crea diálogos muy buenos, me atrevería a decir que casi inovidables.

Creo que no queda duda alguna sobre si recomiendo o no esta novela, no? Eso sí, me quedo con la pena de no poder contaros más amén de resultar aburrida o desvelar cosas importantes sobre la trama.

Un saludo, Lola.

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