jueves, 13 de junio de 2013

El atlas de las nubes. David Mitchell

Empecé a leer esta novela cegada por la idea de su adaptación cinematográfica. Aunque en realidad es algo más complicado que eso. No es que viera la película y de ahí surgiera mi interés hacia la novela. He de confesar que ni siquiera sabía que la película estuviera basada en una novela pero es ahora, después de haber leído la novela, cuando realmente siento curiosidad por su planteamiento cinematográfico. Cómo resistirse cuando The guardian publica estas dos crítica de la misma cinta "lleva todas las marcas de una estupidez gigantesca y quienes no estén familiarizados con el libro estarán perdidos" y "Es difícil condenar completamente la ambición de los directores, tiene ritmo y está montada de forma inteligente, y hay actuaciones brillantes". En definitiva, que debido a todo este lío, aquí estoy.

La mejor manera para definir la estructura de El atlas de las nubes es a través de las palabras de uno de sus personajes, el protagonista de Cartas desde Zedelghem. Yo no podría haberlo hecho mejor, Robert Frobisher; En la primera parte, cada solo se ve interrumpido por el siguiente; en la segunda, se retoma cada interpretación en orden inverso. ¿Idea revolucionaria o efectismo insustancial? -página 526-
Así, cada una de las seis historias que componen esta novela, va dando paso a la siguiente pero sin dejar de formar parte de la narración pues, de manera sutil pero efectiva, sus personajes estarán muy presentes en los acontecimientos futuros, para después volver a retomar las mismas historias en el punto en que quedaron.

Todo comienza con el diario de un notario americano llamado Adam Ewing que viaja por las islas del Pacífico por motivos de trabajo. El barco en el que navegaba desde Sidney se ve obligado a parar en tierras maoríes y allí conoce al peculiar doctor Henry Goose con el que, a los pocos meses, retoma la travesía a bordo del Prophetess. Gracias a sus palabras y a su visión justa y honesta de lo que le rodea, descubrimos una sociedad cruel, clasista, racista y esclavista que, amparada en su sólida convicción de las ventajas que supone para los salvajes la colonización y su conversión al Cristianismo, se siente legitimada para someter a otros pueblos en nombre del Todopoderoso. Parece ser que la avidez del ser humano y sus ansias de poder y de dominio ya nos condenaron desde el origen. Es triste, en cierto modo, ver cómo las esperanzas de Ewing se quedarán en pura ilusión cuando uno ya es conocedor de la Historia que siguió a esa época.

Años después, en 1931, un joven compositor encuentra parte de este diario mientras expolia la biblioteca de su profesor Vyvyan Ayrs, un viejo músico de renombre pero que conoció tiempos mejores. Este joven prometedor es Robert Frobisher, un inglés romántico y apasionado, bastante ambiguo, y con mucho talento para la composición musical que huye de su familia y de sus deudas hasta aterrizar en el château Zedelghem. De sus peripecias y de sus avances en la composición de la obra de su vida, un sexteto titulado El atlas de las nubes, dará ávida cuenta a su buen amigo Sixsmith a través de las cartas que le envía desde Bélgica. Creo que esta es la historia que da sentido a la novela.

Aunque ya han pasado más de cuarenta años, Rufus Sixsmith todavía recuerda con cierta nostalgia el que fuera el gran amor de su vida, pero ahora se enfrenta a un dilema moral mucho más importante y peligroso, desvelar, a través de la comprometida periodista Luisa Rey, las verdaderas consecuencias que podría acarrear la construcción de un nuevo reactor en la isla Swannekke. Una historia trepidante, llega de intrigas y peligros que de verdad logra mantener al lector en vilo hasta su desenlace. Hay una frase de Luisa Rey que creo que refleja a la perfección el espíritu de la novela: ¿Es posible que algunas moléculas del castillo de Zedelghem, o de la mano de Robert Frosbisher, aletargados entre estas hojas durante cuarenta y ocho años, giren ahora en mis pulmones o corran por mis venas?. Quién sabe. -página 515-

El borrador de Vidas a medias, el primer misterio de Luisa Rey, llega a manos de un editor independiente pero no puede más que pasarle desapercibida pues Timothy Cavendish está más ocupado tratando de escapar del asilo en el que ha ingresado por error, o quizá no. En teoría, su hermano debía ayudarle a escapar de los beneficios de Sándwich de nudillos. Lo que Cavendish nos ofrece es el guión de la película que podría rodarse inspirándose en su calvario personal pero desde un punto de vista cínico y mordaz.

En un futuro muy lejano que ya se muestra al borde del colapso y en el que los trabajos más pesados son realizados por replicantes a las órdenes sus amos humanos, esa película supondrá un  fascinante clásico del cine para Sonmi-451. Ella no lo sabe pero forma parte de un plan mucho más extenso y complejo que escapará a su entendimiento hasta que sea demasiado tarde para dar marcha atrás. Cuando la Tierra ya no es lo que era -o ya no será lo que hoy es-, la grabación de sus declaraciones en un artilugio llamado antífona llega a manos de Zachry mientras registra las pertenencias de Merónima, una viajera venida de muy lejos y con cuya civilización su tribu hace trueques y a la que se verá obligado a alojar en su casa ante la petición de ésta de estudiar sus costumbres. Zachry dibuja un paisaje desconocido pero que no es más que la vuelta a unos orígenes ya olvidados, basados en una civilización ya extinta.
Esta historia es la que cierra esa primera parte y será sólo después de leer las aventuras de Zachry, o al menos de intentarlo –David Mitchell, en un alarde de excentricidad, llena la narración de errores ortográficos, gramaticales y palabros imposibles, que dificultan mucho la lectura al resto de los mortales-, cuando uno sea consciente de la verdadera estructura de la novela y del planteamiento del autor sobre el discurrir de la Historia como un círculo cerrado. La parte positiva de esta teoría es que siempre queda esa pequeña llama que sobrevive al desastre y que permite al ser humano encontrar el camino. Lo negativo es que si Mitchell está en lo cierto, esa misma civilización se verá obligada, tarde o temprano, a repetir ese destino, a cometer los mismos errores o quizá otros nuevos, pero que la llevarán por la misma senda hacía el mismo desenlace.

Creo que las transiciones están mejor logradas en unos casos que en otros y que las historias son más atractivas en unos casos que en otros, pero al final todo parece encajar en el conjunto de la novela y en las pretensiones del autor. También es verdad que pese a que me encanta la idea de la estructuración de la novela pues me parece que, sin entrar a plantear su posible originalidad, sí que crea en el lector una perspectiva de tiempo, una conciencia de pasado y de futuro, aunque cuesta contemplarla como una única historia, quizá por su rotunda división en capítulos que separan claramente las distintas historias. Lo que no se puede negar es que el autor es muy listo e interrumpe la historia en el momento más emocionante así, el lector no puede hacer otra cosas que esperar esos guiños que nos ponen en la pista del posible destino que hayan podido correr los personajes.

Como si se tratase de una especie de universo místico paralelo, Mitchell deja intuir la idea de la reencarnación pero cuesta identificar una única personalidad o espíritu en los distintos protagonistas, en sus distintas épocas, quizá eso es lo que trata de plasmar la película haciendo que los mismos actores interpreten a distintos personajes a lo largo de toda la película.



Según leía la novela e inspirada por las reflexiones de los protagonistas, pensé que quizá eso que llaman un atlas de las nubes era algo real sobre lo que encontrar algún tipo de información en Internet y, sabéis una cosa?, a partir de ahora, para mí lo es.
Un saludo, Lola.

P.D: Perdón por la extensión de la reseña, en ocasiones hasta temía que fuese más extensa que la propia novela.

8 comentarios:

  1. Pues es un libro que tengo pendiente. Lo compré en Círculo de Lectores, atraída por el trailer de la película y por el argumento, pero lo cierto es que me da un poco de respeto ponerme con él. Tengo la sensación de que es una historia que requiere bastante concentración, quizás para leerlo en un momento de pocas distracciones, pero en general me gustan tus impresiones y creo que te ha quedado una reseña estupenda. Es cierto que a veces nos quedan un poquito largas, pero en ocasiones son muchas las cosas que nos gustaría contar de una lectura y hacerlo de otro modo es casi imposible.
    En fin, a ver si me animo. Si no cae en verano es probable que me lo reserve para las tardes del próximo invierno. En todo caso me gustaría leerlo antes de ver la película.
    Un abrazo

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    1. La verdad es que es una novela de lo más entretenida, perfecta para las tardes de verano, y las reflexiones son tan claras y rotundas que es fácil asimilarlas. Lo que no quiere decir que no adquieran peso en la conciencia de quien las lee.

      Espero pronto y con ganas tus impresiones.

      Un beso.

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  2. Yo no he leído el libro pero sí vi en su día la película, que me encantó. Respecto a las críticas de la película que mencionas decite que, aunque no había leído como te digo la novela no me costó nada hacerme y entender la historia; está muy bien llevada, y es cierto que hay grandes actuaciones. Yo desde luego la recomiendo.

    bsos!

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  3. Pues no tenía yo este libro entre mis pendientes, pero me has convencido. Y como aún no he visto la peli, la dejaré esperando un poquito más para leer antes el libro, que luego me da la pereza.
    Besotes!!!

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  4. Lo leí hace tiempo... el estilo no está mal, pero no tiene mucho contenido. La estructura fragmentada es gratuita, quiero decir, no se apoya en nada para ser así, no tiene razón de ser, parece que la base de la estructura fueron las ganas del autor de parecer moderno. No creo que sea un buen libro, ni siquiera pude acabarlo.

    Un saludo

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    1. Evidentemente no hay una motivación concreta para dividir la novela de la manera en que lo hace el autor más allá del hecho de separar las seis historias que la componen y quizá, poner un poco de distancia entre ellas. Bajo mi punto de vista, es posible que la novela se vea más perjudicada por ello que otra cosa porque sí que es verdad que rompe un poco el ritmo de la lectura. Igualmente, hay historias que pueden resultar menos interesantes para el lector en función de sus gustos. A mí, por ejemplo, me mató la historia central y se me hizo un poco pesado continuar. Pero no creo que sea una novela sin contenido. Un contenido filosófico y reflexivo si quieres, pero creo que con el suficiente peso como para tenerlo en cuenta. En ocasiones, es importante pensar en los matices de la naturaleza humana, en el destino de la humanidad.
      Para mí ha sido un libro entretenido que me ha gustado leer.

      Un beso, Lola

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  5. Tengo ganas de leerlo, he visto muy pocas reseñas, pero todas ellas han sido bastante positivas =)

    Besotes

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  6. que alegria saber que existen otras personas que percibieron ese "Atlas De Las Nubes", como algo real, esta pelicula nos enseña mucho de que la humanidad no aprende mucho de su propia historia y citando a Luisa Rey "me pregunto por que cometemos los mismos errores una y otra vez", vi la pelicula hace mas de un año y aun sigo encontrando cosas muy especiales en esta historia. Ahora respecto a lo tecnico, creo que en la pelicula, falto algo de desarrollo en la historia de "Vidas a Medias", en el libro es una historia de suspenso muy buena.

    que estes bien.

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