jueves, 16 de septiembre de 2010

EL TÍTULO EN EL TEXTO

-Leo, te estimo mucho, mucho. Eres bueno contra el viento del norte.
-Yo también te estimo mucho, Emmi. Buenas noches.
-Buenas noches. Felices sueños.


Contra el viento del norte. Daniel Glattauer.

Este es el final de toda una auténtica cadena de emails sobre cómo poder dormir, soplando el viento del norte, con la cama situada bajo la ventana, pero con la ventana abierta porque, de lo contrario, Emmi no consigue dormir, y al mismo tiempo pudiendo encender la lamparita para poder leer porque, de otra manera, Emmi no es capaz de conciliar el sueño. La solución de Leo, dormir con los pies hacia la ventana, abierta, y usar un alargador para enchufar la lámpara. Alargador que gustosamente le envía como documento vía Internet.

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