Con motivo de su treinta cumpleaños quería comunicarles que estaba bien, que era feliz, que había tenido una buena infancia y una adolescencia sin contratiempos, que disfrutaba de su encantador piso de soltera y de su hermosa cama calentita para ella sola, y que le gustaban los hombres, pero no para siempre y no en casa. Si alguno se quedaba colgado, estaba bien. Pero si no, entonces estaba por lo menos igual de bien.
La huella de un beso. Daniel Glattauer. Páginas 231-232.
A día de hoy, ésta podría ser mi frase, o mi párrafo mejor dicho. Sólo nos separan un par de años.
Subject: Filmmaking
Hace 1 día
Me encanta!!!! Refleja fortaleza.
ResponderEliminarSaludos!!!
Sí, es genial, un párrafo buenísimo. Yo estoy a punto de soltarle esto a mis padres.
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