jueves, 27 de enero de 2011

TAMARA DREWE

Al parecer sí que me porté bien bien en 2010 porque Sus Majestades se acordaron de mi cómic, o mejor dicho, de mi novela gráfica porque este término adquiere todo su significado en la obra de Posy Simmonds. Me pareció muy acertada la idea de esta joven autora cuando decidió combinar varios estilos en su historia, hay una gran cantidad de texto, ilustraciones, que muchas veces coinciden con ambientes o diálogos, es como si primero te pusiera en antecedentes a través del texto y luego lo completase con las ilustraciones, algunas en blanco y negro y otras a color. Claro que, también es verdad, que con el formato elegido para el cómic se lo puede permitir. También le dan otro punto que las ilustraciones parezcan borradores. Me gusta, resulta muy agradable. Ah!y además da la sensación de estar dividido en una especie de capítulos al cambiar mucho de perspectivas encabezando las páginas con el nombre del personaje en cuestión. Porque aunque la novela se titule Tamara Drewe, los verdaderos protagonistas, al menos de momento, son las personas que rodean a esta joven y los sentimientos que despierta en ellos. Aunque también hay pequeñas historias que se desarrollan paralelamente.

Del argumento puedo decir que la historia ocurre en un pequeño retiro para escritores que buscan la paz que les inspire en sus novelas. Resulta gracioso porque reclaman esa tranquilidad e incluso se quejan de su falta de productividad cuando algo les distrae pero, al mismo tiempo, están deseando que algo les distraiga. Es genial. En ese contexto, Tamara regresa al pueblo de su infancia para hacerse cargo de la casa de sus padres revolucionando esa pequeña población rural. Sus vecinos sí que la recordaban pero ahora tiene algo diferente. Pronto empieza a levantar ampollas. Por lo que he podido deducir, habrá dos frentes, aquellos que piensan que Tamara es una descarada, que se aprovecha de las personas empleando sus técnicas de seducción naturales y aquellos que piensan que es una mujer moderna e independiente, que puede vestir como quiera y pensar y decir lo que quiera porque no tiene nada de malo. Creo que lo que plantea es la diferencia de juicio que llevamos a cabo ante el mismo comportamiento dependiendo de si quién lo hace es hombre o mujer.

Aún me queda bastante pero no he podido resistir la tentación de pasar algunas de sus páginas y la verdad es que parece que la cosa se complica hasta el punto de que creo que el regreso de Tamara no dejará indiferente a nadie.

Ya os contaré. Un saludo, Lola

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