jueves, 22 de julio de 2010

SERGIO CÓRDOBA

Creo que tenía algo pendiente con este autor. No sé cómo llegó a mi vida, lo más probable es que tuviera pensado en ir a Madrid y buscara cómics recomendados en la web. Así daría con Sergio Córdoba y sus Malas Tierras, seguro que fue así. Así ocurre siempre.

Son cuatro números en total, publicados por Astiberri, una editorial que me encanta, y cada uno tiene varias historias aunque mantiene una principal, Eres una estrella. Es la, no sé si típica, historia de dos amigas, una responsable y serena y la otra, despreocupada y alocada. La primera eclipsada por la segunda y creo que la segunda celosa de la primera. Por eso mismo, Vanesa se empeña en no dejar que Blanca sea el centro de atención en nada de lo que hace. Ahora que releo la historia, me doy cuenta de que podría deberse a que Vanesa se siente insegura, siente envidia de la determinación de Blanca y del éxito que pudiera tener en sus iniciativas. Vanesa se las apaña de maravilla para poner la zancadilla a cada paso que intenta dar Blanca.
Todo comienza en el casting para el rodaje de un corto. Y con él no sólo envidias y traiciones sino también amores no correspondidos, algo que parece ser temática habitual en las historias de Sergio Córdoba puesto que lo usa también en Freaks in Love. Hay una frase del protagonista de esta última historia que me resulta esclarecedora y definitiva. En una fiesta, Óscar cree que la chica que le gusta pasa del él -y digo cree porque estoy convencida de que a ella también le gusta Óscar pero ambos esperan el paso definitivo que nunca llega- y busca consejo en otro invitado igual de tirado que él.

-¿Por qué razón tiene que atraerme la que no me hace caso?
-Por la misma por la que has pasado de la tía a la que le gustas.


-Cuánta sabiduría popular en tan pocas palabras, verdad, Lola?-

A veces me gusta encontrarme con cómics como éstos, estéticamente hablando. En apariencia, más descuidados en los dibujos y en blanco y negro. Me parecen más espontáneos, como cuando tienes una idea en la cabeza y tienes que sacarla, rápido, antes de que se te olvide, da igual cómo pero tienes que ponerla en papel, pues esa es la sensación que me dan estos cómics.


Y ese bar, el Malas Tierras, donde van a parar todos los protagonistas de estas historias. Siempre hay un bar así.
Me encanta el giro del final, es verdad eso que dicen de que a cada uno la vida le da lo que se merece.

Me gustaron especialmente otras dos historias, Decídete, con sus dos versiones de un amor a tres bandas interpretadas por el mismo chico, primero cuando es el amante y después, cuando es el novio oficial. Los papeles cambian sólo con pronunciar una palabra e insistir en ella. Cuando das a elegir, cuando pones a una persona entre la espada y la pared, puede que la elección no te guste y lo peor es que, aún sabiendo lo que ocurre, no te queda otra que vivir con ello porque eso era lo que querías, no?. Y El día de la dependencia, una de críticos y festivales musicales que sé que esconde algo que no soy capaz de ver.

Espero que os haya parecido interesante, lo suficientemente interesante como para que les echéis un ojo si tenéis oportunidad, merecen la pena.

Un saludo, Lola.

P.D. De los cuatro tomos de Malas Tierras os dejo la portada del primero que es la que más me gusta.

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