martes, 24 de julio de 2012

El abuelo que saltó por la ventana y se largó. Jonas Jonasson

Hoy es mi día sincero, no sé, me lo noto, y si tengo que ser fiel a ese sentimiento he de decir que nunca me atrajo el argumento de esta novela, ni tampoco su título, ni su protagonista, pero no hay nada mejor que verse obligada por todo un entorno. Es una presión de siete horas al día, cinco días a la semana. De ahí a indagar un poco, comenzar sabiendo que las impresiones de terceros son positivas, y ponerse manos a la obra como si de un reto personal se tratara, sólo hay que dar un paso. Acabo de terminarlo y tengo la impresión de que han sido las semanas más agradables de los últimos meses. Es una lectura encantadora, amable y positiva, escrita de una manera muy sugerente, llena de un humor muy especial y sincero. El mismo humor del que se sirve Jonas Jonasson para ajusticiar a los personajes y acontecimientos más importantes del siglo XX. No hay nada más rejuvenecedor que despacharse a gusto respecto al funcionamiento de la vida en general y del ser humano en particular, a través de un personaje que precisamente carece de intereses políticos, ideológicos y religiosos. Cien años dan para mucho y más cuando se es un espíritu inquieto como el de Allan Emmanuel Karlsson.

El día en que Allan cumple cien años, un dos de mayo de 2005, es el que elige para acabar con los monótonos y amargados meses que lleva viviendo en la residencia de ancianos de Malmköping. Saltar de la venta de un primer piso por una enredadera no debe ser tarea fácil ni siquiera en el caso de contar con unos años menos, pero supongo que a este respecto es cuestión de ponerle ganas y voluntad. Un momento...releyendo este párrafo parece que lo que pretende Allan es poner fin, literalmente, a sus días, y, en parte, sí que pretende hacer un largo viaje, puede que el último de su longéva vida, pero no hacía ese lado, no hacia arriba, si no lo más lejos que le lleven en autobús las cincuenta coronas con que cuenta. Desde luego que será un viaje interesante, en el que conocerá a gente interesante con la que correrá interesantes aventuras. Lo mejor es que, poco a poco, nos daremos cuenta de que esa ha sido la tónica de su vida y quizá sin pretenderlo, fue testigo y en parte, protagonista de hechos clave para la historia universal. Desde que volara por accidente el coche de un vecino, vecino incluido, y tras pasar unos años en un sanatorio mental, viajará al rededor de un mundo lleno de intrigas y corrupciones en el que no es difícil que destaque una personalidad tan limpia e inocente como la de Allan.

Una novela llena de personajes, de vidas originalmente curiosas, en la que cuesta diferenciar la realidad de la ficción pero que seguro supuso un gran trabajo previo para el autor. Supongo que no es fácil ligar la historia real con anécdotas ficticias de forma que la novela no se convierta en un esperpento caro de digerir, al menos para el lector de a pie, otra cosa habría sido conocer al opinión de algunos de los personajes históricos referenciados en esta novela. A mi como mera espectadora me ha parecido una novela inolvidable, sin duda lo más placentero que he leído en meses. Pero claro, si hoy es mi día sincero debo decir que la manera en que se resuelve el misterio de la huída de Allan y compañía se me antoja poco preciso, Jonasson pecó de pocas palabras.

Un saludo, Lola.

P.D: me propuse acabar la reseña con alguna frase que fuera representativa de la novela pero al final me di cuenta de que terminaría por reproducir casi la totalidad de la misma. Así que tendréis que leerla ;)

6 comentarios:

  1. Que bueno !que pasaba por tu blog.Y me has quitado los tiquis miquis de esta novela hace tiempo que vengo dándole vueltas si comprármela.

    Pués no lo voy a demorar más y me la compro!

    Un saludo.

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  2. El libro del momento!! (junto con Cincuenta Sombras jejejeje).
    Buena reseña =)

    Besotes

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  3. Pues habrá que leerlo. Que lo tengo entre mis pendientes de hace tiempo pero no termino de animarme.
    Besotes!!!

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  4. Yo también pensé que se resolvía demasiado rápido, pero luego pensé que, al fin y al cabo, lo importante era precisamente todo lo que pasaba antes. Así que no le di más vueltas. Me alegro de haberlo leído al principio del boom, porque si no me hubiera pasado como a ti o peor. Aún tengo en casa dando vueltas 'la sombra del viento', no te digo más, porque me dio pereza leerlo después de que me bombardearan todo el día con él.

    Un besote

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  5. En realidad era algo más parecido a "léelo tú y luego nos cuentas", así que supongo que ahora la que no para de hablar sobre el libro soy yo. Sí que había oído a la gente preguntar por él pero creo que me habían llegado pocas opiniones o quizá no les había prestado atención por mi falta de interés previa. En fin, que al final todo se convierte en la anécdota de cómo conocí una novela estupenda.

    La sombra del viento ha pasado por mis manos miles de veces y nunca se me ha ocurrido leerlo pero me pasa que es como esos libros "míticos" para los que me da la sensación de haber llegado tarde. Igual que con la Saga de Canción de hielo y fuego, de no haberla empezado hace años no sé si me habría interesado leerla ahora.

    Besos a todas ;)

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  6. Le tengo ganas y ya está en casa pero cuando me lo meten hasta en la sopa me saturo. Lo dejaré para un poco más adelante.
    Besos,

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