No hay nada peor que querer algo y descubrirlo disponible. Llegó así, sin más, a mis manos. Una tarde, siete días atrás. Así que no podía hacer otra cosa si no leerlo. Y justo ayer lo terminé. Me siento bien habiendo acabado con algo que creía pendiente - ya sabéis, el sentimiento de haber acabado con una historia, con una trilogía, que, ahora que lo pienso, no sé si será trilogía - pero me pueden las ganas de saber más. Me apetece mucho leer otras historias sobre la vida de Miquel Mascarell, claro que el hombre, a sus 65 años, ya no es que esté para muchos trotes.
La verdad es que me ha encantado conocerle.
Con un otoño que se resiste a llegar, la estabilidad parece haberse instalado en la vida de Miquel hasta la mañana del 11 de octubre de 1948 en la que recibe una extraña visita. Benigno Sáez de Heredia, un hombre siniestro, poderoso y afín al Régimen, hace un encargo a Miquel que no podrá rechazar, no por simpatía hacía el hombre, por lo interesante del caso o lo suculento de la recompensa, si no porque comprende que ciertamente su vida y la de Patro correrán peligro si no accede a su petición. El último deseo de su hermana recientemente fallecida. Miquel Mascarell deberá encontrar una tumba. El lugar en que Bernat Juncosa, un rojo de la CNT, enterró a Pau Cabestany Sáez, el sobrino de Benigno, el 19 de julio de 1936, después de asesinarle. En definitiva, el resultado de un crimen acaecido en unas horas en las que media España asesinaba a la otra media. -Página 56-.
La acción de Cinco días de octubre se sitúa más o menos un año después de Siete días de julio. España vive sumida en el silencio, la desolación, el conformismo y la desconfianza como únicas formas de hacer frente al Régimen instalado en el país tras la Guerra Civil. Y un sentimiento de impotencia comienza a extenderse ante ante la duda de no saber qué pasará cuando los pocos que aún siguen luchando dejen de hacerlo por la falta de apoyo. Cuando familias enteras tienen que luchar -como una obligación impuesta- por sobrevivir parece que no hay cabida para pensar en otras batallas. Después de una guerra, la gente está tan desesperada por vivir en paz -si es que a vivir bajo una dictadura se le puede llamar vivir en paz- que resulta increíble el precio que están dispuestos a pagar por el simple hecho de que les dejen tranquilos. Pero aún quedan algunos dispuestos a hacer lo que sea necesario para recuperar la libertad que les arrebataron. Para ellos siempre merecerá la pena.También es la historia de la generación perdida, de los miles de jóvenes que no regresaron o lo hicieron pero marcados para el resto de sus días.
Con todo, qué más puedo añadir en esta reseña que no haya dicho ya antes. Un estilo impecable para tres novelas impecables donde Sierra i Fabra vuelve a sorprender con el original transcurrir de la trama.
Sólo una reflexión en forma de conversación, en la página 176 de la novela, y que creo que hoy en día todavía tiene vigencia,
-¿Es que nunca acabará esta maldita guerra? - la mujer se llevó una mano a la boca.
-Puede que no, señora - fue sincero - Nunca acabará mientras queden cadáveres, de uno y otro lado, enterrados en zanjas, cunetas y campos de toda España.Un saludo, Lola
No conocía esta novela, pero me has dejado con unas ganas... Y aún no conozco al autor en su faceta como escritor para adultos, que sólo he leído sus libros para niños y me han gustado mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!
Mira, esta no la conocía... No es un autor que me entusiasme, pero la anoto por si la veo por ahí =)
ResponderEliminarBesotes
Buenas, pues me encanta la reseña y ahora mismo estoy con mi primer libro de jordi Sierra i Fabra, Kafka y la muñeca viajera y me esta encantando, así que tomo nota.
ResponderEliminarBesos!
no puedo más que tomar nota... un beso!
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ResponderEliminarHola! Soy César, miembro del blog Librosyliteratura.es y queríamos hacerte una propuesta literaria para "Qué leer si no se qué leer" ¿Puedes mandarnos un mail de contacto a blogsymedios@librosyliteratura.es ?
ResponderEliminarMuchas gracias